Hoy te traemos una guía imprescindible si estás intentando comer mejor, hacer compras conscientes o simplemente entender de verdad qué estás metiendo en tu carrito del supermercado.
Porque seamos sinceras: no todo lo que parece saludable, lo es. Muchas veces confiamos en productos que dicen ser "light", "fit", "integrales" o "naturales", pero cuando miramos la etiqueta con lupa... la cosa cambia.
Este post es para ti si:
Estás intentando perder grasa corporal y mejorar tu composición corporal
Quieres aprender a leer etiquetas nutricionales
Te interesa comer sano sin caer en trampas del marketing
Compras en supermercados convencionales y buscas alternativas realistas
Y al final te dejamos un truco infalible para saber en segundos si un alimento es saludable o no.
Vamos con la lista completa ⬇️
Muchos cereales comerciales presumen de ser integrales, pero sus ingredientes principales suelen ser harina refinada, azúcar, jarabe de glucosa y aceite de palma. Su carga glucémica es altísima, lo que genera picos de insulina y hambre en menos de una hora.
El término "digestive" no tiene base nutricional. Estas galletas suelen llevar harinas blancas, azúcar y grasas vegetales de baja calidad. Aunque tengan un toque de salvado, siguen siendo un ultraprocesado.
Presentadas como snacks saludables, la mayoría son una bomba de azúcar y siropes, con más de 10 ingredientes, muchos de ellos artificiales.
Aunque digan "sin azúcar añadido", siguen siendo fructosa líquida sin fibra. Suben el azúcar en sangre igual que un refresco.
Suele estar hecho con una mezcla de harinas blancas y solo un pequeño porcentaje integral. Llevan azúcares, aditivos, conservantes y grasas vegetales.
Llevan hasta 3 cucharadas de azúcar por vasito. La fruta que incluyen está cocida y endulzada, no es natural ni aporta fibra.
Muchas llevan azúcar, aceites refinados, estabilizantes y gomas. Elige las que tengan solo agua + ingrediente principal (avena, soja...)
Reducen grasa, pero añaden azúcar, almidones o edulcorantes para compensar el sabor. No siempre son más saludables.
Altísimo índice glucémico. Sacian poco y generan hambre rápidamente. Son básicamente almidón seco.
Aunque venga de fruta, pierde la fibra y concentra el azúcar. A veces incluso se les añade más azúcar o jarabe.
Prometen ser "detox" pero son jugos con poca fibra y mucha fructosa. Mejor hacerlos en casa.
Muchos productos "sin calorías" están llenos de aditivos, colorantes, espesantes y saborizantes artificiales.
Aunque parezcan sanas, suelen llevar aceite de girasol, espesantes, azúcar y un bajo contenido real de verdura.
Algunas llevan solo un 60-70% de carne. El resto son feculas, jarabes, conservantes y aditivos. Mejor cocinarla en casa.
Aunque ayudan a controlar la cantidad, muchos contienen propelentes, aditivos y siliconas. Prioriza aceite de oliva virgen extra.
Los que vienen ya marinados suelen tener azúcares, glutamato, almidones y aceites baratos. Mejor natural y lo condimentas tú.
Son helados con edulcorantes artificiales, aire, gomas y sabores químicos. No nutren ni sacian. Mejor hacer uno casero.
Son puro almidón. Si te gustan, acompáñalas con grasa buena (aguacate, hummus, huevo) o prueba las de legumbres.
Suelen estar cargadas de azúcar y aceites refinados. Busca opciones sin azúcar o hazla en casa.
No tener gluten no los hace saludables. Muchos están hechos con harinas refinadas de arroz, almidones y azúcares.
Cuando vayas al supermercado:
👉 Ignora las calorías, revisa la lista de ingredientes
❌ Si tiene más de 5 ingredientes, muchos nombres raros (jarabe, dextrosa, aceites refinados, gomas...) → MALA SEÑAL
✅ Si tiene solo 2-4 ingredientes que reconoces fácilmente, probablemente es un alimento real
En Transformate La Vida ya hemos ayudado a más de 3.500 mujeres a perder grasa sin sufrir, sin contar calorías y sin dietas restrictivas.
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