Si eres de las que quiere cuidarse, perder grasa y comer saludable, pero no tiene tiempo para estar horas cocinando… este artículo es para ti. Hoy vamos a hablar de uno de los recursos más prácticos y subestimados de una alimentación sana: las conservas.
Sí, esas latas que muchas veces ignoramos en el súper, pueden ser una herramienta poderosa si sabes elegir bien. Te ayudarán a ahorrar tiempo, comer mejor, perder grasa y mantenerte saciada sin necesidad de ser experta en cocina.
La razón es muy simple: el tiempo es el principal obstáculo que muchas mujeres enfrentan al intentar comer sano. Entre el trabajo, la familia y el cansancio, muchas veces acabamos pidiendo comida rápida o picoteando lo primero que encontramos.
Y ahí es donde las conservas bien elegidas entran en juego.
Están listas para consumir.
Son seguras y duraderas.
Te permiten preparar comidas completas en minutos.
Pero ojo: no todas las conservas son saludables. Algunas están cargadas de sal, azúcar, aceites malos o aditivos que no necesitas. Por eso, en este post te enseño cuáles sí valen la pena, cómo usarlas y qué detalles debes mirar en la etiqueta para que de verdad te ayuden en tu camino hacia una alimentación más saludable.
El atún en conserva es un clásico que nunca falla. Es fuente de proteína de alta calidad, ideal si estás perdiendo grasa porque ayuda a preservar tu masa muscular y te mantiene saciada por más tiempo.
¿Cuál elegir? Atún claro al natural, en agua y sal. Evita los que vienen en aceite vegetal refinado.
¿Dónde encontrarlo? En Mercadona, por ejemplo, hay packs de tres latas bastante limpios, y también opciones de bonito del norte en tarro de cristal (más calidad).
Ideas rápidas:
Ensalada con arroz integral, aguacate y tomate
Tosta con atún y hummus
Mezclado con garbanzos y cebolla para una ensalada mediterránea
Tip: Lee siempre la etiqueta. Solo debe llevar: pescado, agua o aceite y sal. Nada más.
Los guisantes son súper útiles: aportan proteína vegetal, fibra y carbohidratos complejos, ideales para regular el azúcar en sangre y aumentar la saciedad.
Fíjate en los ingredientes: deben ser solo guisantes, agua y sal. Sin azúcar ni espesantes.
En Mercadona: tienes opciones muy limpias y económicas.
¿Cómo usarlos?
Ensalada templada con atún, huevo y cebolla
Salteados con especias y arroz integral
Como hummus alternativo: triturados con aceite de oliva y limón
Garbanzos, lentejas, alubias… Son baratas, nutritivas y te salvan en cualquier momento.
Ricas en: proteína vegetal, fibra, hierro, magnesio y saciedad.
Truco: lávalas bien bajo el grifo para quitar exceso de sal.
¿Qué mirar? Ingredientes: solo legumbre, agua y sal.
Ideas fáciles:
Garbanzos con espinacas y huevo
Lentejas con arroz y verduras
Alubias con tomate natural y atún
Tener conservas de vegetales como espárragos, alcachofas, pimientos o champiñones te ayuda a llenar el plato sin sumar calorías vacías.
Son clave para la saciedad, sobre todo si estás en déficit calórico.
Úsalas para:
Aumentar volumen en ensaladas
Salteados rápidos
Mezclar con pasta integral o arroz
Tostas con aguacate y pimiento del piquillo
Mejillones al natural, berberechos, pulpo… Son ricos en proteína y micronutrientes como hierro y zinc.
Importante: elige los que vienen al natural, no en escabeche ni salsas.
En Mercadona: hay mejillones y berberechos al natural muy recomendables.
Usos rápidos:
En ensaladas
En tostas con aguacate
Con arroz integral y verduras
Sardinas, caballa… Son fuentes de omega 3, que favorecen la salud cardiovascular y la sensación de saciedad.
Sardinas en aceite de oliva o al natural: completas, ricas en calcio (por sus espinas blandas) y muy saciantes.
Si no te gusta su sabor fuerte: mézclalas con tomate triturado, ajo y orégano para hacer una salsa rápida y deliciosa.
Súper simple: combina estos tres elementos clave:
Proteína → atún, sardinas, legumbres, marisco
Fibra y carbohidrato complejo → guisantes, arroz, lentejas, verduras
Grasa saludable → aceite de oliva virgen extra, aguacate, frutos secos
Ejemplo:
Ensalada de lentejas con atún, espárragos, tomate natural, un chorrito de AOVE y pimentón dulce.
Rápido, barato, saludable y saciante.
Lee siempre los ingredientes: cuanto más corta la lista, mejor.
Evita: azúcar añadido, féculas, aceites refinados, aditivos innecesarios.
Prefiere: aceite de oliva virgen extra o conservas al natural.
Tarros de cristal si puedes, aunque las latas también son seguras.
Enjuaga las conservas saladas para reducir sodio.
Ten siempre un fondo de despensa saludable: te salva de pedir comida o picar cosas poco nutritivas.
La clave no está en cocinar más, sino en elegir mejor. Las conservas pueden ser tu mejor aliada si:
No tienes tiempo
Quieres perder grasa
Te cuesta organizar las comidas
Necesitas opciones fáciles y rápidas
Ya no tienes que vivir en la cocina para cuidarte. Solo necesitas tener una despensa inteligente.
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